DURANTE EL CONFLICTO.
• No gritar en ninguna ocasión.
• Mantener siempre la calma y sobre todo la cabeza fría. Pensar que el hijo está enfadado por alguna razón y es mejor trabajar en ella cuando las emociones no estén presentes. Un enfado es una emoción y una emoción no se vence hablando, hay que dejar que se le pase.
• No entrar al trapo en la discusión. Si no se le sigue el juego, normalmente cambiará de estrategia, como irse a la habitación o salir de casa.
• No reírse ni hacer comentarios irónicos sobre la situación o el hijo. Esto le enfadará aún más.
• De ningún modo, dejar que se salga con la suya para conseguir que se calme. Sino cada vez que quiera conseguir algo actuará así. Aunque se esté en medio de una bronca los padres se han de mantener firmes.
• No etiquetarle, insultarle o hacer algún comentario que le pueda herir.
UNA VEZ SE HA CALMADO.
• Entender porque se ha enfadado el hijo es bueno, ayuda a los padres a ponerse en su lugar. Pero entender no significa permitir según que comportamientos. Hay que analizar porque ha ocurrido e intentar valorarlo desde la perspectiva del hijo. (Pensar como cuando se tenía la misma edad que él)
• Aunque hablar del tema duela a alguna o a ambas partes, se ha de comentar. Ayudará a prevenir posibles percances futuros. Si se observa que al hablar del tema se puede volver a provocar la bronca, se espera a que el hijo esté calmado, pero no se ha de dejar la situación sin aclarar.
• Si el conflicto se ha producido porque no había una norma establecida sobre el tema en cuestión o bien esta norma no estaba clara, es un buen momento para ponerla o modificarla.
RECOMENDACIONES:
– Los hijos aprenden más de lo que hacen sus padres, que de lo que les dicen. Si los padres solucionan sus conflictos con violencia, los hijos los imitarán.
– No estamos a favor del cachete bajo ningún concepto. El cachete no educa y la violencia, solo genera más violencia.
– Si un niño tiene una rabieta y así consigue salirse con la suya, seguirá haciéndolo siempre. Los padres no pueden entrar al chantaje de la rabieta. Les han de dejar claro a los hijos que no es el modo de conseguir las cosas.
– Se ha de aprender a decir no, pero sobre todo a mantenerlo. Si se dice no, se ha de mantener siempre.
– Unas normas claras y constantes combinadas con una buena comunicación ayudarán a evitar conflictos de este tipo.
– La coherencia de los padres ayuda a la seguridad de los hijos. Si como padre se es coherente el hijo sabrá a que atenerse ayudándole a tener una conducta más controlada.
– El respeto es la base en una relación, si los padres quieren que el hijo les respete, ellos han de respetar al hijo, se han de respetar entre ellos y por supuesto a las demás personas.
– Lo que ven por la tele, internet o videojuegos puede influir en su comportamiento. Los padres han de supervisar estos contenidos y decidir si son convenientes para sus hijos.