– Ten paciencia para que tu hijo o hija aprenda a hacer una tarea. Sobre todo mira que sea adecuada a su edad y madurez, explícasela claramente y acompañarle las primeras veces, pero no la realices tú.
– Cuando le impongas la responsabilidad a tu hijo o hija de hacer alguna tarea doméstica, te has de mantener y salvo alguna excepción como que esté enfermo o cualquier otra causa de fuerza mayor, la ha de hacer él o ella. Si se la haces tú por ir más rápido o por otra razón, al final dejará de hacerla porque sabe que la acabas haciendo tú.
– Va bien escribir un planing de horarios para hacer las cosas y dar un tiempo determinado para hacerlas. Si les dejamos que las hagan a su
elección, es más fácil que se les pase y al final no cumplan con su responsabilidad.
– Si en casa hay varios hijos va bien hacer una tabla con las tareas que tiene que realizar cada uno, que sean equitativas y alternarlas, siempre y
cuando sean adecuadas para las edades de estos. Con esto evitaremos comparaciones entre ellos.
– Cuando no quiera cumplir una tarea, no se la hagas. Es mejor que la tenga que hacer él. En función de la edad, puedes poner una consecuencia ante el incumplimiento de una de sus tareas domésticas.
– Recuerda que los padres y las madres son el mejor ejemplo y los referentes para los hijos. Si queremos que participen en las tareas del
hogar, todos los miembros de la familia lo hemos de hacer.