¿Cómo nos comportamos como padres? Porque depende de como se actúe como padres, el hijo o hija se comportará de una forma u otra. Se puede leer mucho sobre los tipos de padres y hay diferentes clasificaciones. En la mayoría de estas podemos ver estos estilos de padres: Autoritarios, sobreprotectores, colegas, permisivos, negligentes, tradicionales, modernos… aunque nos podemos encontrar otras. Normalmente a la hora de educar tenemos un comportamiento predominante, pero como personas que somos, depende de la situación, estado de ánimo o respuesta del hijo, se puede actuar de un modo u otro. Estos cambios la mayoría de las veces se producen cuando los hijos dan problemas. Ante estas dificultades a la hora de educar se suele actuar de diferente forma, buscando paliar estos problemas. Pero al final, somos como somos y generalmente nos comportamos en función de nuestra personalidad y nuestras creencias como padres.
Supongamos que a vuestro hijo o hija le ha cogido el profesor el móvil por estar usándolo en clase. Os llega una nota de que habéis de ir al instituto, al despacho del jefe de estudios, a buscar el móvil de vuestro hijo.
El padre o madre llega al instituto y cuando sale de escuchar lo que le ha dicho el jefe de estudios, lo primero que le cae al hijo es una buena bronca y un castigo del tipo, un mes sin móvil. Y por si acaso se le olvida, una buena amenaza de lo que le pasará si lo vuelve a hacer. Por supuesto no se escucha al hijo y el tono de voz, no es precisamente bajo. Si no se deja hablar al chico y no se le explica el porque lo ha hecho mal, no lo aprenderá y lo que hará, será buscar estrategias para que no le pillen la próxima vez. En muchos casos estos chicos cuando llegan a la adolescencia se suelen comportar como sus padres y generan problemas de conducta en casa.
– No hay que echarle la broca, no se debe gritar.
– Escuchar lo que tiene que decir el hijo, él tendrá sus razones. Aunque para nosotros no sean validas.
– Explicarle que no ha hecho bien y decirle como ha de hacerlo.
– Ponerle una consecuencia adecuada a lo ocurrido.
Otro tipo de comportamiento es aquel en que los padres al llegar al despacho del jefe de estudios, lo primero que hacen es justificar a su hijo delante de este. -Si el niño ha sacado el móvil, seguro que tenía una razón para hacerlo. Cuando hablan con el hijo lo primero que hacen es preocuparse por si lo ha pasado mal, atendiendo y dando razón a todas sus justificaciones y quitando la razón al profesor delante del chico. Esto hace que no respete al profesor, que aprenda que siempre tiene razón y a salirse con la suya. Si se educa a un hijo sobreprotegiendolo es posible que tenga conductas de tirano en casa y como siempre, los padres le sacan las castañas del fuego, no sabrá solucionarse sus problemas, además de echar siempre la culpa a otros por sus errores.
– Escuchar lo que ha pasado y ser lo más coherente posible. Nuestro hijo también se equivoca.
– No justificar todo lo que hace el hijo, se le tiene que enseñar a responsabilizarse de sus acciones.
– No quitarle la razón al profesor, en este caso, ya que si se le desautoriza, el hijo ya no lo respetará y no aprenderá con él.
– No defender a capa y espada siempre al hijo, tiene que aprender a solucionar sus conflictos él mismo.
Un padre colega, después de recuperar el móvil ante el jefe de estudios, no reprenderá a su hijo. Salvo por el echo de que lo han pillado. Le enseñará a ser más listo para evitar que le encuentren el móvil. Ya que entiende que su hijo lo saque en clase, todos lo hacen y por una tontería así no pasa nada. Se lo devolverá sin ninguna consecuencia. Hay padres o madres que intentan ser amigos de sus hijos antes que padres. Creen que así la relación irá mejor, porque los entienden y estos entienden a los padres. El problema es que educar conlleva poner una serie de normas para que los chicos y chicas hagan lo correcto y aprendan a ser responsables. Cuando un padre colega intenta poner una norma, el hijo no lo entiende. Los colegas no ponen normas y esto genera malos rollos en casa que pueden llegar a ser auténticos dramas. Ya que los mismos padres no entienden porque teniendo tan buena relación con el hijo, este no les hace caso. La mayoría de los casos que hay padres colegas suelen derivar en un trastorno de conducta grave. El, yo también lo hacia cuando tenía su edad, no sirve en educación.
– La relación padre-hijo no es de igual a igual, cada uno tiene su rol. Los padres son padres, no amigos. Esto no quiere decir que no se pueda tener espacios de confianza con los hijos.
– Empatizar es bueno, de hecho un padre se ha de saber poner en el lugar de su hijo para comprenderlo. Esto no quiere decir que por ello se le deba permitir hacer algo porque el padre de pequeño también lo hacía. Si está mal, el padre ha de enseñar a su hijo a hacerlo bien. O sea explicarle que el móvil no se debe de usar en clase. Y poner una consecuencia que le ayudará a aprender a responsabilizarse de sus acciones.
– Poner normas y aplicarlas no es autoritarismo. Hay que recordar que las normas sirven para que los hijos aprendan un comportamiento y a asumir responsabilidades. No son para estar yo tranquilo.
¿Que se debería hacer? Lo mejor es buscar un momento tranquilos y en casa para hablar con el hijo y preguntarle porque ha usado el móvil en clase. Escuchar sus razones y entenderlas, que no es lo mismo que aceptarlas. Explicarle el porque no se debe hacer y ponerle una consecuencia adecuada al hecho. Por ejemplo: tres días sin móvil.