– Explicar a los hijos el trabajo que realizamos y por el que nos pagan ayudará a que comprendan de donde proviene el dinero.
– No comprarles todo lo que te pidan, aunque te en casa os lo podáis permitir. El día que lo que pidan no lo alcancen no lo entenderán y les generará mucha rabia e incluso puede hacer que sean personas infelices.
– Enseñarles que cosas son necesarias y cuales no, además de que lo primero que han de tener son las necesarias les ayudará a priorizar. Algunos niños le dan más importancia a un juguete que al material escolar.
– Una buena hucha es el mejor método para que aprendan a ahorrar y enseñarles que no todo lo que ahorren lo han de gastar en algo que quieran. Dejar parte para imprevistos es importante para que aprendan a ser previsores.
– Enseñarles el precio de las cosas es fundamental, para ello va bien que en la medida de lo posible se les envíe a hacer alguna pequeña compra como el pan o cualquier otra cosa al supermercado de al lado de casa o también llevarlos a hacer la compra y mirar con ellos los precios de los productos. Elaborar la lista de la compra juntos, comprobando lo que hay en casa y lo que falta, también le servirá para ver qué compráis lo que se necesita.
– Cuando se le haya de comprar algo al hijo o hija, juguete, ropa o cualquier otra cosa, marcarle un presupuesto y ceñirse a él, le enseñará a priorizar en compras o bien aprenderá que solo puede tener lo que se pueda pagar.
– Predica con el ejemplo, tus hijos se fijan en lo que haces y si le estás pidiendo que ahorre o que solo compre lo necesario y tú no lo aplicas, no hay coherencia y tu hijo no lo aprenderá a parte de no entender cómo dices una cosa y haces otra. Recuerda se educa más con lo que se hace, que con lo que se dice.