– Es bueno que una de las actividades extraescolares de vuestros hijos sea la práctica de algún deporte. Recordad las ventajas tanto fisiológicas como a otros niveles.
– Los padres no somos los entrenadores. No debemos decir a los niños que han de hacer o como hacer y por supuesto no hemos de quitarles la autoridad. Eso hará que los niños se sientan inseguros y no respeten las órdenes de los entrenadores.
– Hasta los 14 años están desarrollando y aprendiendo. Todavía no tienen una gran fuerza muscular y les es más fácil adquirir técnicas nuevas, por lo que es bueno que prueben diversas modalidades.
– Hay que ser conscientes de las posibilidades de los niños o niñas y no pretender que estén por encima de ellas.
– No presionar ni pedir resultados a los niños, sino los alcanzan se sentirán incapaces. Animarlos y valorar su esfuerzo es lo mejor.
– Es importante explicar y enseñar a los hijos que el deporte requiere de una constancia y esfuerzo para obtener los resultados. No es un pasatiempo pasajero que pueden dejar cuando quieran. Salvo circunstancias especiales en las que los niños no se encuentren a gusto, debido a su dificultad o bien otras. Nuestro mensaje ha de ser que si empiezan habrán de acabar la temporada.