– No criticar al ex cónyuge en presencia del hijo o hijos. No se ha de olvidar que se está hablando del padre o la madre del niño. Si vemos
que está haciendo algo que creemos perjudicial para el hijo, se le ha de llamar directamente.
– No usar al niño como recadero ni como espía del otro. A veces se le pregunta que ha hecho tu padre o tu madre o bien dile que tiene que
hablar conmigo… estas cosas se han de hablar entre los adultos.
– No impedir la comunicación del hijo entre su padre o madre en ningún momento y por ningún medio. Tampoco es bueno impedir la relación con la familia de este.
– Trazar una línea común con el objetivo de sacar adelante a los hijos. Pero tener en cuenta las diferencias que existen entre uno y el otro. Si
se intenta hacer todo igual, al final no sale bien. No pasa nada porque el niño se haga la cama en casa de papá y no en casa de mamá. Ya que
es una diferencia que hay en las casas, que el niño ha de asumir.
– No discutas con tu ex pareja delante del niño. Las diferencias hay que arreglarlas en privado.
– Establece unas normas y límites claros en casa. Una rutina con horarios va muy bien. No tiene porque ser como la de la otra casa. Tu hijo se
adaptará a cumplir una diferente en cada casa. Pero sobre todo no modificarla en función de lo que hace el otro.
– Mantén una buena comunicación con tus hijos y no sustituyas el tiempo por regalos. Disfruta al máximo de este cuanto estés con él y sobre todo mantén una relación de confianza.