En la mayoría de ocasiones los malos comportamientos vienen debido a que los padres se sienten impotentes a la hora de conseguir que los hijos cumplan las normas que hay en casa. Por ejemplo a la hora de dejar el móvil, ponerse a hacer los deberes, la hora de llegar a casa. Si esto no se ataja, puede derivar en verdaderos problemas de conducta. En ese momento es necesario pedir ayuda. Pero como prevención estos consejos pueden ayudaros.
– Los padres no somos colegas de los hijos, somos sus padres y les tenemos que poner normas.
– Las normas no han de variar en función de si el hijo las cumple o no, esto genera. inseguridad en el niño y provocará cambios en su comportamiento.
– Hemos de supervisar el cumplimiento de las normas, si no podemos comprobar si las normas se cumplen o no, no tiene sentido ponerlas. Se las saltarán y eso dará pie a problemas.
– Lo más importante en la educación es el refuerzo positivo. Les hemos de decir a los hijos las cosas que hacen bien, eso ayudará a que las sigan haciendo y les demostramos que estamos pendientes de ellos. Si solo nos fijamos en lo que hacen mal, es probable entrar en un bucle, en el cual, el niño haga cosas mal para llamar la atención. Ya que si las hace bien, no nos fijamos en ellas. La respuesta de muchos padres es “cumple con su obligación” Pero aunque sea así, les hemos de reforzar lo positivo. Pero ¡ojo! Lo obligatorio se refuerza, no se recompensa. Si cumplen con sus cosas, un “Estoy orgulloso de ti” bastará para sacar una sonrisa de aprobación. No les tenemos que comprar, ni pagar nada.