Ya estamos en verano y por supuesto los chicos de vacaciones. Podemos estar en una de estas dos situaciones, todo aprobado o con algún suspenso. Muchas familias nos preguntan como han de hacer para que los niños que han suspendido puedan recuperar y los que han aprobado, y tengan el libro de vacaciones, cumplan con sus tareas sin que genere malos rollos o interferencias en la vida familiar. Pues bien, vamos a ello.
Caso 1.- Con asignaturas suspensas. Lo primero es organizar toda la faena que hay para el verano, sentándonos con nuestro hijo o hija y mirando todo lo que ha de hacer. Decidir si ha de ir o no a alguna academia o bien a algún profesor particular. Poner un horario, recomendamos que de lunes a viernes, y dejar descansar los fines de semana. En el horario hemos de distribuir que ha de hacer cada día en esas horas y por supuesto supervisar que cada día hace lo previsto.
Caso 2.- Con todo aprobado y con el libro de vacaciones. Contar las páginas del libro y los días que hay de vacaciones, como en el caso anterior de lunes a viernes, y distribuir las páginas por el número de días. Deberíamos calcular 15 días de vacaciones para que estuviesen sin tener que hacer nada, viene bien desconectar. Por ejemplo, tener previsto terminar para el 15 de agosto. Siempre con un margen, por si algún día tenemos un imprevisto y no se puede hacer trabajo, contar que terminarán un día más tarde.
Caso 3.- Con todo aprobado y sin cuaderno. Recomendamos que lean algo, lo que les guste, va bien. También es muy necesario fijar una rutina, no como si estuviesen en horario escolar, pero si fijar una hora de levantarse, hora de juegos de ordenador o videojuegos, hora de salir. Esto les ayuda a estar más tranquilos y sobre todo a no dejarse llevar por la apatía.
Recomendaciones: Hacer actividades al aire libre, controlar los horarios de uso de nuevas tecnologías y de televisión, y sobre todo buscar espacios para compartir en familia.
Es bueno que los hijos se aburran de vez en cuando. El aburrimiento agudiza el ingenio.