Hola, soy Francisco Castaño. Este fin de semana, he andado por uno de tantos centros comerciales que hay en nuestra geografía. Las rebajas, son un buen reclamo publicitario, y también una buena oportunidad para comprar lo necesario a mejor precio. De hecho, debemos necesitar muchas cosas. Estaba todo a tope.
Pero no quiero hablar aquí de las rebajas. Simplemente de algo que he ratificado, en un centro comercial en el que estuve. -El uso de la palabra NO.- Niños que piden alguna cosa, y ante el no, de los padres, reaccionan con una pataleta. Al final, se van con su apreciado capricho, y sobre todo con una gran lección aprendida. Cuando quieren algo, no tienen más que protestar, en mayor o menor medida, y lo consiguen.
El problema, es que la rabieta de un niño de 3 años, no es la misma que la de uno de 16. Y lo que piden, tampoco es lo mimo.