Vivimos en una sociedad en la que nuestros hijos son nativos digitales, o sea que han nacido en contacto con las nuevas tecnologías. Es curioso cómo a un niño pequeño le dejas un libro con dibujos y él los toca con el dedo a ver si ocurre algo. Los mayores las hemos tenido que ir aprendiendo conforme las vamos usando, pero aún con todo, existe una gran brecha digital entre ellos y nosotros. Esta brecha hace que en muchas ocasiones los padres no sepan que hacen sus hijos cuando están conectados, sobre todo cuando son adolescentes. El uso principal que hacen estos de las nuevas tecnologías son las redes sociales. Las más comunes son Facebook, Instagram, Twitter y WhatsApp. Y aunque la mayoría de nosotros las conocemos, hay padres y madres que no saben que sus hijos tienen una cuenta de Facebook o de cualquier otra red social, con lo que esto puede implicar para el chico o chica. Como todo, bien usadas ofrecen infinitas posibilidades, tales como, entrar en contacto con gente de otros lugares, mantener contacto con personas conocidas que viven a larga distancia o simplemente comunicarse con los amigos. No nos podemos olvidar que son la herramienta que utilizan para sociabilizarse. Pero como todo tiene su lado oscuro. Las redes conllevan una serie de riesgos en doble dirección. Los menores pueden ser víctimas de alguna de las amenazas o también, por desconocimiento, pueden incumplir alguna de las normas referidas a datos o informaciones de otras personas.
A tener en cuenta, y muy importante, es que más del 80% de los padres de niños o niñas que son acosados o bien acosadores, no son conscientes de ello. Esto es preocupante, ya que le puede pasar a cualquiera. La clave para prevenir estos problemas es la supervisión y la implicación de los padres y madres. Una buena comunicación en la familia y crear un clima de confianza para educar al niño o niña en buenos hábitos de uso de las redes, así como la educación en los valores de respeto, amistad, empatía y responsabilidad, ayudará a prevenir estos peligros. Lo que no se debe hacer es prohibir el uso de las redes, esto puede hacer que busque otras vías, para conectarse, mucho menos recomendables y fuera de control.
A veces a los padres les es difícil saber si sus hijos tienen problemas con las redes sociales. Vigila si hay modificaciones inexplicables de sus rutinas como: Disminución del rendimiento escolar, ansiedad, pérdida de confianza en sí mismo o aislamiento familiar o social, además de una actitud hostil con los padres o hermanos. Esto nos puede llevar a sospechar que algo sucede.
Nos tenemos que poner al día en el uso de la redes, aprender a usar sus herramientas, para conocerlas y así poder orientar a los hijos.