– Los padres hemos de saber que uso hacen nuestros hijos de internet. Páginas que visitan, redes sociales que usan y saber que aplicaciones tienen instaladas en el móvil.
– Nos hemos de poner al día en los gustos de los jóvenes de hoy, incluso hacernos algún perfil en las redes y ver como se usan.
– En los inicios del uso de internet o móviles, supervisar que hacen y con quien se relacionan. Nos ayudará a recomendarles que es lo que deben y no deben de hacer.
– Limitar el uso de internet, juegos y nuevas tecnologías, en tiempo. Marcar un horario y que ellos lo sepan previamente va bien y es necesario para evitar posibles adicciones a esto en el futuro. Es uno de los problemas que más nos estamos encontrando.
– Explicarles que no han de facilitar datos personales a nadie que no conozcan y menos hacerlos públicos. Tampoco aceptar amigos que no invitarían a casa y no compartir fotos ni cualquier otro tipo de contenido, de otras personas, sin su consentimiento.
– Explicarles que lo que publiquen a través de internet, estará allí para siempre y que es muy difícil hacerlo desaparecer. Antes de darle al botón enviar, lo han de tener muy claro.
– Instala un buen programa de control parental. Hay muchos y son muy útiles para saber donde se conectan, cuanto tiempo están y para limitar el acceso a páginas de mayores, cuando son aún pequeños.