Comunicar no es informar ni interrogar. Comunicar es un proceso de interacción entre dos o más personas en el que se comparte información tanto en una dirección, como en la otra. Deberíamos buscar espacios y situaciones donde poder hablar con nuestros hijos, escucharlos, entenderlos, mirarlos y sobre todo compartir cosas. Eso crea una comunicación positiva en familia.
Además, deberíamos revisar nuestra forma de comunicarnos. Seguro que tenemos muchas cosas que mejorar, pero para ello hemos de reflexionar y pensar que cosas no hacemos bien, y sobre todo intentar cambiarlas.
Para comunicarnos es importante lo que tenemos que decirle a nuestro hijo, pero sobre todo hemos de tener en cuenta el tono de voz, mirar a nuestro hijo a los ojos, estar a su altura, comprobar que entiende lo que le queremos decir, no alterarnos y sobre todo tener en cuenta que nosotros también hemos de escuchar lo que él tenga que decirnos.
La comunicación es el primer pilar de la educación. Como padres, nuestra obligación y responsabilidad pasa por tener una buena comunicación con nuestros hijos, así se genera un vínculo afectivo positivo y eso ayuda a establecer normas y límites de forma sana, entenderles y hacer que nos entiendan a nosotros, pero sobre todo ayuda a mantener una buena relación familiar que hace que madure con más seguridad.
COMO MEJORAR COMUNICACIÓN CON NUESTROS HIJOS.
- Usa un tono de voz serio, bajo y tranquilo. No debes gritar ni mantener un tono de voz brusco o elevado.
- Mantén el contacto visual con tu hijo mientras hablas. No debes estar haciendo otra cosa cuando le estás comunicando algo.
- Habla con calma. No debemos hablar muy rápido, puede ocurrir que tu hijo no te atienda ni te entienda.
- Muestra con tu postura corporal que estás relajado y predispuesto a atenderle. La postura corporal es muy importante, no debemos mostrar una postura “pasota” ni tensa o agresiva.
- Cuando tu hijo te responda, realiza una escucha activa para atender a sus razones
- Asiente con la cabeza o verbalmente cuando él/ella te hable
- Si sientes que tu enfado es muy grande, es mejor esperar. No debemos descargar con los hijos nuestro enfado. Cuando estamos enfadados no pensamos bien y podemos hacer o decir cosas que nos hagan arrepentirnos después.
- Cuando quieras comentar algo con tu hijo, elige el tema que te preocupa y defíneselo a tu hijo. Como que no ha hecho los deberes, que ha venido tarde, que ha estado con el ordenador mucho tiempo. Sobre todo no hables de varios temas a la vez, cada cosa a su tiempo. Y tampoco se ha de generalizar. Siempre estás con el ordenador en vez de, hoy llevar mucho rato conectado.
- Expresa cómo te hace sentir el problema, si estas enfadada, triste, etc
- Anima a tu hijo para que también exprese su punto de vista y respeta su opinión. Respetar no significa compartir o estar de acuerdo, pero le tenemos que dejar que se explique. No debes adelantarte a lo que va a decir con frases como, “ya se que me vas a decir que…”
- Escucha atentamente, respeta y anima la expresión de emociones en tu hijo. Como entiendo que estés enfadado, yo también estaría. Veo que estás triste por la discusión que has tenido con tu amigo, a mi también me pasaría.
- Recuerda siempre la edad de tu hijo y su capacidad para entender las cosas. Recuerda que ha de comprender todo lo que queramos transmitir.
- No etiquetes a tu hijo, el problema es el suceso, no él. Si lo etiquetas lo asumirá y si tu hijo cree que es un vago, el mismo no será capaz de estudiar porque sabe que es vago. Él no es un vago, el problema es que no se pone a hacer los deberes.
- Prepárate ante la posibilidad de escuchar cosas que no te gusten. Sobre todo si las escuchas, has de tranquilizarte y hablar con tu hijo. No has de cortar la conversación, ni recriminar lo que cuenta. Sino lo que pasará es que con el tiempo, dejará de contarte cosas.
- Muy importante es que entendamos que a nuestros hijos no tienen los mismos gustos o preferencias que nosotros. Nos gustaría que nos contasen como ha ido el colegio o instituto, que han hecho con sus amigos, donde han estado… Pero nos pueden hablar de su juego preferido, de una serie de la televisión… Nosotros siempre hemos de estar dispuestos a hablar con ellos, eso ayuda a tener una comunicación fluida, recordad que nuestras preferencias y las suyas son diferentes y hemos de seguirles la conversación cuando nos hablen de lo que sea importante para ellos. No debes mostrar interés solo cuando coincida con un interés tuyo.
- Busca momentos para poder hablar con tu hijo, las horas de las comidas, cuando vas en el coche… y sobre todo no ocupes estos espacios con distracciones como la tele, ordenador o móviles.