– Es bueno detectar que conductas no se quieren tener delante de los hijos. Hablarlo con el cónyuge para detectarlas e incluso apuntarlas va a servir para tener presente el no volver a actuar del mismo modo.
– El esforzarse para conseguir algo o bien ser disciplinado con las actitudes, hará que los niños aprendan a incorporarlos en su vida. Es bueno reforzarlos con algún mensaje corto.
– El machismo, racismo o intolerancia es algo que también ven los niños en las conductas de los adultos. Por ello los mensajes que los padres han lanzar a los hijos, por supuesto han de ser de respeto y sobre todo respetando.
– La colaboración por parte de todos los miembros de la familia en las tareas de la casa es fundamental para que los niños vayan adquiriendo responsabilidades, a razón de la edad. Así que mamá y papá han de colaborar en estas por igual y los niños se sumarán a ello.
– Los hábitos en cuanto la salud, también es algo que aprenden los hijos. Si se hace deporte, se cuida la alimentación, se descansa lo suficiente y se les transmite estos hábitos también serán adquiridos por ellos.
– Tratar a las personas adecuadamente, sin gritos, menosprecios o malos modos. A los niños igual. Si se les grita a estos, seguro que responden del mismo modo.
– La actitud ante las cosas y la forma de estar delante de los niños es algo fundamental para que estos se comporten de una forma u otra. La alegría contagia alegría. Si en casa hay un buen ambiente, los niños están más felices y aprenden a transmitirlo a los demás.